La vieron entrar, entonces cruzaron corriendo toooda la cancha. Se estrecharon en un abrazo intenso, sensible. No, no era un gol. Era una abuela entrando a la escuela, una ronda de alegría, un ¡hola! En el patio, en el aula, en la biblioteca: ¡hola abuela leecuentos!
(van dos fotos de la nona Patry, en la escuela 162, Rosa de Corea. A quienes estén yendo a escuelas, pueden pasar las fotos a abuemadryn@gmail.com)
lunes, 27 de junio de 2011
jueves, 9 de junio de 2011
¿Qué contás?
Por eso, estamos formando un nuevo grupo de abuel@s para que comience a funcionar en la segunda mitad del año. Para mayor información: 15-64-7200. o bien: abuemadryn@gmail.com.
¡Gracias!
Plan Provincial de Lectura
miércoles, 8 de junio de 2011
Vení que te cuento
Cuentos de los que salen por radio y giran de la Patagonia hacia... Va uno, con la voz de varias abuelas. Esperamos tus resonancias.
Escuchá a las abuelas
Y una declaración de principios.
Escuchá a las abuelas
Y una declaración de principios.
De comienzos...
El crecimiento de l@s abuel@s leecuentos en Madryn, Chubut
Hay una vez…
Si una abuela es una persona cuyo rol es fundamental para ciertas culturas, cuánto más prometedor resulta en nuestra cultura este grupo de abuel@s que comenzó a gestarse sobre el atardecer del 2010.
Primero un café, a los dos miércoles un nuevo encuentro –con mate- para ampliar la convocatoria e ir generando el vínculo entre los seres. Allí la primera clave de esta suerte de comunidad que sigue su proceso: rescatar el valor de la otra persona como compañera que me promueve, no es lo mismo la lectura en soledad que la lectura en sociedad.
A los quince días y en el hogar de una de las abuelas (Esperanza de nombre…), se comenzó a trabajar sobre los textos con una serie de ejercicios para observar las capacidades expresivas y compartir “mi primera vez” con la lectura. Este tercer encuentro resultó una piedra basal del trabajo para este año: se vivenció una fraternidad muy intensa entre las integrantes y se pudo comprobar que las competencias lectores medias resultaban un cúmulo de sentimiento y talento expresivo que augura el crecimiento de un voluntariado único, que recupera a la vez el rol del abuelo y la sabiduría contenida en la lectura.
… Y colorín colorado
Por lo hallado, el Equipo Provincial optó por darle un giro nutritivo a la tarea inicial, que consistió en la incorporación de un medio de comunicación social, como validador de las prácticas lectoras de los abuel@s, o en todo caso, promotor de su rol. ¿Cómo? Mediante la búsqueda de los sonidos y la imaginación que la radio, como medio, lleva impregnados. Se decidió generar un espacio amplio y abierto en una emisora local, para que incluyera las lecturas de los abuelos, de modo que éstas puedan ser escuchadas y recuperadas desde las escuelas. Así, el circuito de los estudiantes, que parte de la adopción de un abuelo leecuentos, se enriquece con la socialización de los relatos y los momentos vividos, propuestos desde la radio.
Con sus diferentes colores, el grupo y sus matices ya comenzó la marcha en el amanecer del 2011 y es entonces que, colorín colorado, esta historia está comenzando.
Primer capítulo: una caricia en la huella
Complejo es traducir en palabras el sentir grupal vivido el miércoles 2 de marzo en la Casa de la Esperanza, vaya el intento: el re-encuentro contó con seis presencias ávidas de crecer en este itinerario. Entre el afecto y los cómo andás tanto tiempo, se coló “Cuento con caricia”, la lúcida narración de Elsa Bornemann (en una obra plagada de personajes libres, Un elefante ocupa mucho espacio). El cuento sirvió de dinámica inicial para poner de relieve la necesidad de acariciar, llegaron “las manos de mi madre” y su música para multiplicar las caricias en la huella, en la memoria del pueblo que en aquellas, tan digitales…, se identifica. Se produjo un intenso encuentro entre las participantes que devino en compartida de anécdotas acerca de: “un cuento es una caricia para…”, surgieron las voces, las búsquedas. Y brotaron los relatos que cada una había preparado.
En esa atmósfera, de caballos, abuelos rockeros y dragones roldanescos, las abuelas construyeron su primera lectura colectiva con aquel cuento de Bornemann, ahora, con los matices propios de quien se ha adentrado en el alma de la narración y de las personas que la conviven. El fruto de ese momento quedó retratado en el grabador, será la primera huella del espacio radial que se reabre, adrede, en el día de la Mujer.
Entre caricias y huellas… Las abuelas se despidieron con un hasta pronto y con un “le voy a contar a…”, que quedará flotando hasta el próximo capítulo, en 15 días, con muchas más presencias para multiplicar.
Abuelas y Abuelos Leecuentos
Puerto Madryn, Chubut
Programa Provincial de Lectura
Suscribirse a:
Entradas (Atom)